La pasada Semana Santa, La Banda Sinfónica Complutense acompañó, como ya es tradición, a la Cofradía del Santísimo Cristo de los Doctrinos y Nuestra Señora de la Esperanza, en Alcalá, y a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, en Guadalajara.
El Jueves Santo, con el cielo nuboso amenazando tormenta, la banda se preparó para salir a procesionar desde la Ermita de los Doctrinos, como ya es costumbre desde hace más de diez años. El acto, programado en esta ocasión a las 18h., comenzó puntual, contando también con la presencia de los soldados de la Brigada Paracaidista (BRIPAC); sin embargo, la lluvia no permitió finalizar, ni siquiera, el paso por la calle Colegios, comenzando a caer torrencialmente y obligando a los allí presentes a refugiarse en el Aula de Música.
Tras colocar debidamente las imágenes para que pudieran ser contempladas por la gran afluencia de gente que se había congregado, se pasó a la alternativa en caso de lluvia: realizar un modesto pero bonito acto en el interior del Aula de Música, donde, además de las autoridades religiosas, participaron la BRIPAC y la misma Banda Sinfónica Complutense, interpretando, ya a cubierto, una marcha de procesión y el Himno Nacional.
El tiempo sí respetó la Procesión del Silencio y Santo Entierro del Viernes Santo en Guadalajara, donde la Banda Sinfónica Complutense pudo salir a acompañar a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad con su imagen titular y el Cristo del Consuelo. La procesión pudo dar comienzo tras casi una hora de retraso, sin lluvia, pero con muchísimo frío, lo que hizo que la afluencia de gente fuera menor que en otras ocasiones. Durante unas tres horas, la música y los pasos de Semana Santa llenaron las calles de Guadalajara, para finalizar a medianoche en la Iglesia de San Nicolás.
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